📅 99 años | Jacobo Urso - El único héroe que nació y murió para ser de San Lorenzo


Jacobo Urso, el hombre que literalmente dio su vida por San Lorenzo, nació el 17 de abril de 1899 y, con sólo 15 años, se incorporó al Ciclón.

Primero en la Tercera y luego en la Preintermedia, su carrera fue meteórica: sólo un año después de llegar al club, debutó en Primera. Y no fue en un partido cualquiera. Su presentación oficial fue el 7 de mayo de 1916, la misma tarde que se inauguró el Gasómetro de Avenida La Plata: Jacobo nunca salió campeón pero se formó en el club y nunca vistió otra camiseta; su destino estaba atado al de San Lorenzo de Almagro, donde jugó 131 partidos y convirtió 9 goles.

Jugaba de half izquierdo (volante izquierdo) y a veces de centro half (volante central). Tres años después de su debut, en 1919 tuvo otro privilegio: fue el primer futbolista de San Lorenzo en ser convocado a la Selección Argentina.

Pero el destino tenía otros planes para él. El 30 de julio de 1922, por la 13ª fecha del torneo, el equipo visitó a Estudiantes de Buenos Aires (no tenía su estadio en Caseros como hoy, si no en Figueroa Alcorta y Dorrego, donde actualmente está el Instituto Sara Eccleston).

San Lorenzo ganaba 1 a 0 y ya en el segundo tiempo aguantaba el triunfo, sostenido por la garra de Jacobo, un baluarte en la mitad de la cancha. El partido era áspero, con muchos roces. Uno de estos encontronazos desencadenó la tragedia. Urso chocó violentamente contra dos rivales (Van Kammenade y Cómoli): aparentemente un codazo de éste último le fracturó una costilla y le perforó el riñón derecho. Debió haber dejado la cancha, pero en esa época no había cambios y Jacobo de ninguna manera iba a dejar al equipo en inferioridad numérica.

El partido terminó con la victoria azulgrana, pero esa actitud suicida lo llevó a la muerte: finalizado el partido lo trasladaron al hospital Ramos Mejía, donde fue sometido a dos operaciones y le extirparon un riñón. Pero la ciencia nada pudo hacer, el 6 de agosto de 1922, a las 18.05, falleció tras varios días de agonía. Tenía sólo 23 años.

Según una investigación de un periodista del diario “El Telégrafo” que cubrió el caso acompañando a Jacobo en sus últimos días, el informe médico reveló que la lesión pareció intencional. Un juez ordenó la detención del tal Cómoli hasta que se esclarezca cómo fue golpeado Urso. Al parecer, durante el partido se dieron varias jugadas peligrosas que pudieron provocar ese final trágico, pero Jacobo antes de morir declaró que la lesión fue casual, dando así un ejemplo más de su inmensa grandeza como ser humano y como deportista.

Sus restos fueron velados una tarde lluviosa, donde 5.000 personas lo acompañaron hacia el actual cementerio de Chacarita, previo paso por el Gasómetro, su verdadero hogar. En la actualidad sus cenizas se encuentran en el museo que lleva su nombre, en la platea Norte del estadio Pedro Bidegain. Es de esperar que en el futuro vuelva a descansar en Avenida La Plata, el único lugar donde merece estar.

El mismo periodista de El Telégrafo publicó sus últimas declaraciones, un par de días antes de su muerte: “Consultado sobre si seguirá actuando, Urso contestó que su club necesitaba de sus esfuerzos y deseaba levantarse para ayudar a escalar los puestos que faltaban para que San Lorenzo se colocara a la cabeza del campeonato. ‘Con las tribunas que hemos hecho, San Lorenzo es el mejor club de Buenos Aires’, aseguró Jacobo, que estaba tan decidido a seguir jugando que, acostado en el hospital, les pidió a los dirigentes: ‘Suspendan el match de pasado mañana con River así en la nueva fecha que para disputarlo se designe podré jugar yo’

Ningún otro club del planeta puede presumir de una leyenda como la de Jacobo Urso. Sólo San Lorenzo puede regalar estos héroes.


 🖋 Víctor Gabriel Pradel


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