Balance 2019-2020: Una historia económica (en progreso)

 



Una historia económica (en progreso)

 

Análisis del balance 2019 - 2020


Palabras iniciales

En Identidad Sanlorencista llevamos un largo tiempo generando contenidos que remiten a la economía del club. Hemos analizado al detalle no sólo los balances de la última década, también los hemos comparado con las economías de distintos clubes que compiten con San Lorenzo dentro la órbita nacional. Es decir, nuestro compromiso con la economía cuerva (y dentro de ella su contabilidad y finanzas) es intenso en pos de pensar estrategias y ecuaciones que permitan a futuro diseñar un San Lorenzo distinto. Anheladamente mejor.

En esta oportunidad, queremos diferenciarnos como siempre intentamos. En primer lugar, respetando las instancias institucionales que nuestro inaccesible Estatuto determina: la “elevación” del balance por parte de Comisión Directiva y la posterior “consideración” por parte de la Asamblea. Compartimos este informe de manera posterior a la Asamblea del 14 de mayo porque debemos respetar las deliberaciones de los asambleístas, en el cumplimiento de su rol como autoridad suprema del club.

En segundo lugar, porque a continuación no verán sólo una serie de análisis del balance sino que también conocerán propuestas de Identidad Sanlorencista para activar sobre la economía actual (recordando que entre el balance bajo análisis y la actualidad hay un período intermedio que será objeto de un segundo balance).

En tercer lugar, ofrecemos una mirada histórica aunque contemporánea. Verán todos los datos y análisis en el contexto de la última década y no de manera aislada. Presentamos una historia en progreso, no una foto de hace más de un año.

El documento cuenta con tres apartados: cuestiones cualitativas, cuestiones cuantitativas y propuestas finales. Verán en los espacios de evaluaciones de números cuatro indicadores de performance financiera:

o   Solvencia (patrimonio neto / pasivo): mide la capacidad de enfrentar el pago de deudas en general. Deja ver la existencia de recursos para afrontar deudas y la planificación para hacerlo en tiempo y forma. El indicador debe estar entre 1,5 y 2.

o   Liquidez (activo corriente / pasivo corriente): mide la capacidad para hacer frente a las deudas de corto plazo. Siempre debe ser mayor a 1, aunque cercano a 2 deja ver que hay demasiado dinero inmovilizado en lugar de ser invertido.

o   Endeudamiento (pasivo / patrimonio neto): mide la proporción de deuda en relación al patrimonio neto. Mientras menor el ratio, mejor la posición del Club ante deuda. Deja ver la financiación externa. Se recomienda un índice menor a 0,4.

o   Rentabilidad (resultado del ejercicio / patrimonio neto): mide la proporción de déficit o superávit en relación al patrimonio neto. En este caso, el índice debe ser siempre positivo y mientras mayor sea, mejor para la futura reinversión de la rentabilidad.

En suma a esto, evoluciones de los principales rubros de nuestra economía. Vale aclarar que todos los valores se encuentran traducidos a la cotización del dólar del mes en curso, en pos de poder comparar gestiones evitando distorsiones de la moneda local.

A la espera que este informe y sus propuestas sirvan para diseñar el futuro de San Lorenzo, gracias por el tiempo que nos van a dedicar. 


ASPECTOS CUALITATIVOS


Nómina de Comisión Directiva: ¿autoridades correctas?

La primera hoja de los estados contables enumera la nómina de comisión directiva “elegida por la asamblea general de socios celebrada el 18 de diciembre de 2019” y señala que Carlos Rosales es nuestro Tesorero y Claudio Lantarón nuestro Protesorero. En la misma línea, Norberto Mañas figura como vocal Nº 7 ¿Acaso Norberto Mañas no era el Tesorero de San Lorenzo en el período junio 2019 – junio 2020? ¿Por qué figuran esas dos personas como ocupantes de dichos cargos cuando efectivamente no eran quienes los ejercían? Si los medios partidarios no informaron mal, Carlos Rosales y Claudio Lantarón son responsables de la Tesorería de San Lorenzo desde la reunión de comisión directiva del 26 de abril de 2021.

Domicilio legal: pequeños detalles identitarios

Toda asociación civil tiene derecho a establecer domicilio en donde le plazca. San Lorenzo en este punto no comete irregularidades, sin embargo creemos que “Avenida Francisco Fernández de la Cruz 2505” debería ser cambiado por “Avenida La Plata 1700”. Si bien nunca dejamos de contar con la sede de Avenida La Plata, la posesión de terrenos de julio 2019 implica disponer todos los recursos y estrategias para construir el Estadio y afirmarnos allí definitivamente y para siempre. Somos de Boedo, no del Bajo Flores.

Estatuto vigente: ¿sabremos alguna vez cuál es la versión vigente?

El balance señala que en 1927 se realizó la inscripción de la primera versión del estatuto. Y que la última modificación se realizó el 19/09/2016 aunque aún está pendiente de inscripción en la Inspección General de Justicia. Si a esta sentencia le sumamos la imposibilidad de acceder públicamente a la versión vigente del estatuto, la situación reviste gravedad ¿San Lorenzo lleva adelante sus actividades sin tener un estatuto aprobado e inscripto en la autoridad competente? ¿Las elecciones de 2019 se llevaron adelante con qué versión? Estos datos nos permitieron confirmar que, de mínima, San Lorenzo tiene su carta magna vigente pendiente de inscripción desde hace más de cinco años. Un hecho grave, sumado a la debilidad institucional de no poder acceder libremente a dicho documento.

¿Cuánto cuesta desarrollar juveniles?

Vale señalar aquí algo que todos debemos incorporar en nuestros pensamientos sobre la conformación del plantel profesional de fútbol: mantener las divisiones inferiores y promover juveniles sale plata. Si bien los deseos de eventuales ventas millonarias existen, nuestro informe previo sobre la venta de jugadores deja ver que no es la norma en San Lorenzo.

Por eso vale saber que el club anualmente tiene “una meta de profesionalización”, un objetivo de firma de primeros contratos. Si se cumple, se registran los costos totales incurridos durante el ejercicio en la formación de jugadores del fútbol amateur. En este ejercicio, el mantener y desarrollar juveniles ha representado $ 129.084.728.- pesos, lo equivalente a $ 1.786.283.- dólares.[1]

Informe de la comisión fiscalizadora: asignatura pendiente

Un documento cercano a las cuarenta páginas, sólo cuenta con una del informe de comisión fiscalizadora. Señalando el Art. 74 Inciso 3 del Estatuto Social (desconocemos qué versión utilizan) aportan lo siguiente:

·       “Dado que no es responsabilidad de la comisión fiscalizadora efectuar un control de gestión, el examen no se extendió a los criterios y decisiones de gestión acerca de las diversas áreas de la Entidad, cuestiones que son responsabilidad exclusiva de Comisión Directiva.”

·       “En nuestra opinión, los estados contables mencionados presentan razonablemente, en sus aspectos significativos, la situación patrimonial del Club Atlético San Lorenzo de Almagro Asociación Civil al 30 de junio de 2020 así como los resultados de sus operaciones, la evolución de su patrimonio neto y del flujo de efectivo, de acuerdo con normas contables profesionales.”

La comisión fiscalizadora, según alguna de las tantas versiones del estatuto, debe controlar la gestión financiera y patrimonial, junto al control de las registraciones contables de las operaciones. Revisa balances e inventarios, y debe conocer todo gasto superior al 10% del patrimonio. Con todas estas responsabilidades que la convierten en el principal contrapeso republicano del órgano ejecutivo tan sólo una página donde indican que se han atenido a normas contables y a observar el informe de la empresa auditora, sabe realmente a muy poco.


ASPECTOS CUANTITATIVOS


Solvencia: un problema endémico

San Lorenzo no es solvente desde hace diez años. No tenemos capacidad para enfrentar nuestras deudas, evidenciando que tampoco planificamos financieramente como para poder hacerlo. O peor aún, no contamos con recursos ordinarios como para asumir los niveles de compromisos que llevamos adelante. Cuando el indicador debería estar entre 1,5 y 2 puntos, en diez años no logramos siquiera alcanzar 1 punto. El comportamiento indica volatilidad, por lo que no estamos en condiciones de afirmar que el período 2019-2020 presenta una alarma cuando la serie en sí muestra un problema que excede el período en sí. 


Liquidez: una caja débil y estresada

Si la solvencia en un problema endémico, en consecuencia la liquidez no puede resultar un indicador financiero destacable. Veremos en la serie debajo que hace diez años no podemos tener niveles de liquidez que nos permitan afrontar con tranquilidad las deudas de corto plazo. Lamentablemente, en este indicador también tenemos que señalar que el problema no reviste nuevas alarmas para el período 2019-2020. Las alarmas existen desde hace tiempo por más que se observe una leve mejoría hacia 2019 aunque lejos aún del indicador en 1 que deberíamos tener.


Endeudamiento: una pésima relación entre deudas y patrimonio

Dicen las finanzas que este indicador debería ser inferior a 0,4. San Lorenzo destaca lo más cercano en 2019 pero vuelve a aumentarlo en 2020. Lejano de terribles años como 2017 o 2014. Nuestras deudas cada vez más se relacionan a la cuantía del patrimonio neto. La superan de hecho. Esto implica que en el caso de liquidación total del club, San Lorenzo ni siquiera podría saldar sus deudas vendiendo absolutamente todo lo que tiene. Alarmante indicador que nuevamente debemos señalar no es grave en el período 2019-2020 sino en toda la serie histórica. 


Rentabilidad: bajos desempeños ¿en una industria de baja performance?

Aquí se presenta una novedad. En diez años, es la primera vez que San Lorenzo presenta su economía con rentabilidad negativa. Esto implica que no logró cubrir con sus ingresos los egresos, por ende, debe dinero de cara al próximo ejercicio y no hay ni un solo peso para reinvertir en este período. Muy mala noticia, ya que deberíamos esperar una merma en la calidad de la infraestructura, en la prestación de servicios y en la calidad de los desarrollos. Quisiéramos destacar que a pesar de la mala noticia de este período, la operación en sí de San Lorenzo no puede encolumnarse dentro de espacios de alta rentabilidad. Observamos esto en el informe comparativo con Boca y Racing. Si bien la cuestión de la asociación civil esta sobreentendida, alcanzar rentabilidades con tendencias crecientes y superiores a 1 son deseables para cualquier institución que anhele progresar. Sin diferenciales de dinero, muchos proyectos resultan inconducentes.


Fútbol profesional: estrategias erráticas

Primera observación: ¿vale la pena tener tanta cantidad de jugadores en el patrimonio cuando solamente forman parte del plantel profesional alrededor de treinta jugadores? Hace diez años ya que tenemos un plantel entero jugando en otras instituciones, desconociendo desde este espacio la cuestión salarial de cada uno de ellos.

Segunda observación: la política de apuesta a los juveniles es un fracaso rotundo. Sólo seis juveniles en este período firmaron sus primeros contratos, tan sólo un 9% del total del plantel declarado en el patrimonio. En suma a esto, los valores de activación de cada uno de ellos en el patrimonio aumenta considerablemente su valor año tras año (21 millones en 2020) dejando ver que la inversión en juveniles es cada vez mayor aunque sin espacio en el primer equipo como para recuperar lo puesto con una futura venta.

Tercera observación: el plantel de San Lorenzo, en su totalidad, cada vez vale menos. Sin tener en cuenta las amortizaciones propias de cualquier activo, la serie indica la tendencia decreciente a lo largo de los diez años así como también el valor promedio en dólares de cada jugador.

Cuarta (y triste) observación: creamos un indicador para dimensionar la deuda total que San Lorenzo asume período tras período. Comparamos la valoración en dólares de la totalidad del plantel con el pasivo total. Teniendo en cuenta que los jugadores son el activo intangible de mayor rotación (por las compras y las ventas) pensamos que para cubrir deudas lo habitual en este modelo de club es vender jugadores. La anteúltima columna de la tabla debajo nos indica cuántos planteles enteros deberíamos vender para acabar con las deudas en San Lorenzo. 


Comportamiento de ingresos y egresos: brechas en expansión

Si bien el déficit operativo, el resultado negativo y el incremento de la deuda total son alarmantes, ponemos a disposición el comportamiento de los principales rubros que llevan a tales resultados. Hacemos referencia al egreso por sueldos del plantel de fútbol profesional y a los ingresos por publicidad, televisión y cuotas sociales. Entendemos son ellos parte importante de las causas por la que esos indicadores iniciales resultan alarmantes. En el gráfico y la tabla debajo podrán observar cómo ha crecido la brecha entre el principal egreso con tendencia creciente y los principales ingresos con tendencias decrecientes.

Suponemos la brecha se cubre solamente con la venta de jugadores en moneda extranjera, ya que no estamos en condiciones de generar aumentos superlativos en ninguno de los tres ingresos, recordando las diferencias en tipos de cambio que en estas relaciones nos juegan en contra. 



Evolución de las deudas: financiación del déficit

Aquí podemos observar cómo se cubre la brecha entre los egresos y los ingresos. Con toma de deuda financiera. Su comportamiento creciente en los últimos cinco años deja ver que allí está la manera en la cual se buscan los equilibrios económicos. El comportamiento de las otras deudas es más volátil, lo cual no deja de ser complicado para gestionar. En el período 2019 – 2020, el avance de la cuestión financiera sí es preocupante. Pasamos de diez millones de dólares en 2019 a 15 millones de dólares en 2020. 



Propuestas para una economía (en progreso)

Intentamos ser distintos, mostrando una historia económica más que una foto sobre el último balance presentado. Identificar y compartir con todos las cuestiones que entendemos son las raíces de una economía que resulta (en apariencia) inviable.

En primer lugar, proponemos una relación mucho más directa y visible entre presupuestos y balances. Son las dos caras de una misma moneda, la planificación y el control. La comisión fiscalizadora por ejemplo, que sólo aporta una carilla a este balance 2019 – 2020, bien podría controlar e informar a los socios los cumplimientos y desvíos del presupuesto evidenciados en el balance. Con esta relación entre presupuestos y balances, la economía en general estaría más controlada.

Segundo y en la misma línea, proponemos que la presentación del balance incluya la gestión de cada área profesional. Conocer sus objetivos de trabajo, presupuestos, desempeños, etc. Ante la ausencia de contacto con cada uno de los gerentes que lideran las áreas, podrían explayarse aquí una vez al año. También la comisión fiscalizadora podría generar algo similar: un informe de gestión donde detalle observaciones, desvíos, frenos, propuestas de nuevos controles, etc.   

En tercer lugar, proponemos vender jugadores con un piso mínimo que sean los costos activados por la meta de profesionalización. Menos que eso no se puede vender, más obviamente que todo lo que se decida. De esta manera, las ventas de primera mantienen los gastos de amateurs. Y hay que pensar en una relación porcentual para reinvertir en la estructura independientemente de la rentabilidad de todo el club.

Cuarto, proponemos seguir mensualmente, y de manera pública, los cuatro indicadores financieros que analizamos aquí. Ellos nos permitieron ver que el problema económico de San Lorenzo no es este balance sino diez años (tal vez más, no tenemos tantos balances) de un modelo de club que tiene ecuaciones inviables. Esta inviabilidad no es responsabilidad del oficialismo de turno, es responsabilidad de todos admitirlo y ver cómo cambiarlo.

Quinto, la ecuación más general es: fútbol en dólares con ingresos ordinarios en pesos. Sólo la venta de jugadores en dólares o euros más los aportes extraordinarios de empresarios (de desconocida cuantía y condiciones), trae un efímero equilibrio. Esto pensamos hace inviable la economía del club cuando solamente se firman seis primeros contratos en un período.  

En sexto lugar, no olvidar la variante política en todo esto. Por más análisis económico y financiero que se haga sobre un balance, luego el juego político de mayorías legitimadas determina si esta gestión está bien o está mal. Se aprueba o desaprueba un balance por mayorías, en órganos de gobierno que nada tienen de republicano por más que el apoyo haya sido contundente hacia el oficialismo de turno.  

Por último, rescatamos nuestro anhelo por demostrar que medir gestiones, compartir los resultados y asumir realidades es el puntapié para pensar cómo cambiar. Tenemos esperanza, porque lo estamos logrando. Cada vez más gente se interesa en nuestras propuestas y contenidos. Estamos entendiendo al detalle a San Lorenzo, y lo compartimos con todos ustedes.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

IDENTIDASLA: Mercado de Pases 2022 - 3

90 años yendo a las Urnas: comportamientos electorales y reflexiones sobre minorías de gobierno

Experiencias brasileras en relación a nuestro Futuro