Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo

La página más triste de la gloriosa historia de San Lorenzo de Almagro, los años más negros, la época más oscura, fue el período comprendido entre 1976 y 1981. La decadencia institucional en ese lapso fue tan grande que derivó en el descenso y la pérdida de los terrenos de Avenida La Plata. Pero ese desenlace no fue casual.

La tremenda incapacidad dirigencial generó desmanejos económicos y deportivos. Finalizada la era dorada (1968-1974) comenzaron a desmantelarse los formidables planteles campeones. Algunos jugadores fueron rematados en transferencias irrisorias, otros directamente emigraron con el pase en su poder. Llegaron en su reemplazo futbolistas de escaso vuelo, lo cual llevó a fracasar sistemáticamente al desfile de diversos entrenadores, que eran despedidos por los malos resultados. Las consiguientes rescisiones de contratos lógicamente terminaron en juicios contra el club.

La debacle futbolística arrastró bochornosos papelones, como los 5 clásicos perdidos contra Huracán en 1976, año en el que también se alcanzó la peor racha sin victorias de la historia (16 partidos); o la vergonzosa goleada 0-5 en el Gasómetro, ante el modestísimo Alvarado de Mar del Plata, en el Nacional 1978.

Durante esas mediocres 6 temporadas se incorporaron (sin contar todos los que ya estaban y regresaron de préstamos de otros equipos) 73 nuevos jugadores. O sea a razón de 12 futbolistas por año:

Juan Manuel Sanz, Daniel Vassolo (sólo jugó 1 partido), Juan Carlos Suárez (1 partido), Héctor Jesús Martínez (ni siquiera llegó a debutar), Claudio Marangoni, Daniel Olivares, Manuel Sánchez, Jorge Laclau, Arístides Rodríguez, Rodolfo Fischer, Miguel Nicolau, Ricardo Lupo, Walter Mainonis, Horacio Palmieri, José Antonio Pereiro (3 partidos), Horacio Giovanini, Miguel Ángel Torres, Eduardo Giuliano, Guillermo Aramayo (2 partidos), Juan Carlos Bujedo (3 partidos), Tomás Barufaldi, Sergio Omar Rizzi, Cesar Lorea, Osvaldo Cristofanelli, Humberto Baigorria, Hugo Moreno, René Alderete, Miguel Ángel Gette, Juan Meglio, Carlos Gay, Miguel Corvo, Arturo Dmitruk (1 partido) Víctor Mancinelli, Carlos Aimar, Hugo Coscia, Walter Corbo, Alfredo Letanú, Narciso Horacio Doval, Martín Rico (2 partidos), Ibrahim Hallar (1 partido), Miguel Converti, Horacio Durich (3 partidos), Miguel Ángel Del Curto ( no jugó ningún partido) Víctor Marchetti, Hugo Pena, Eleodoro Brandán, Juan Domingo Cabrera, Mariano Biondi (3 partidos), Humberto Minutti, Roberto Milone (1 partido), Ignacio Peña, Claudio Rodríguez (1 partido) Ricardo Lazbal, Claudio Morandini, Rodolfo Coffone, Roberto Corró, Rubén Suñé, Armando Capurro, Héctor Scotta, José Luis Ceballos, Armando Quinteros, Rubén Glaría, Omar Larrosa, Eduardo Delgado, Mario Osvaldo Delgado (hermano del anterior, que no jugó ningún partido), Daniel Godoy, Ricardo Demagistris, José Stagliano, José Luis Leyva (1 partido), Víctor Luis Martínez, Enrique Veloso (3 partidos) Juan Alejandro Cabrera (no jugó ningún partido), Roberto De Felice (tampoco jugó nunca).

Salvo honrosas excepciones, como Marangoni, el Perro Torres, Tomate Pena, el Negro Quinteros y por supuesto los regresos del Lobo Fischer, el Loco Doval y el Gringo Scotta, que nadie podía cuestionar, la mayoría de estos hombres pasaron sin pena ni gloria.

En sólo 6 años el equipo estuvo bajo las órdenes de 16 direcciones técnicas diferentes (15 entrenadores y un breve interinato de 3 partidos de la Subcomisión de Fútbol, en 77/78) Estos 73 jugadores fueron dirigidos por:

Alberto RENDO, Oscar MONTES, Antonio D'ACCORSO, Rogelio DOMINGUEZ, Oscar CALICS, Roberto RESQUIN, Adolfo PEDERNERA, Alejandro ROMERO, Carlos BILARDO, DELEM, Carmelo FARAONE, Héctor VEIRA,Victorio COCCO, Alberto ROMAN, Juan Carlos LORENZO

En aquel nefasto período San Lorenzo entre las distintas ediciones de los torneos Metropolitano y Nacional jugó 293 partidos oficiales. Ganó 92, empató 98 y perdió nada menos que 103 encuentros. Sobre 586 puntos posibles (se contabilizaban dos puntos por partido ganado) obtuvo 282, lo cual da un porcentaje de efectividad del  0.48 %

Otra muestra de la decadencia futbolística son los magros resultados obtenidos en los clásicos. Sumando todos los partidos contra Huracán, Boca, River, Independiente y Racing, San Lorenzo jugó 65, ganó 16, empató 18 y perdió 31, logrando un vergonzoso promedio del 0.38 % de los puntos disputados.

Aquel penoso ciclo que comenzó en 1976, culminó con el descenso de 1981. Parecía imposible repetir semejante desastre, pero en función de la situación actual, vamos a analizar algunas inquietantes similitudes. Tras el exitoso bienio en el cual se lograron el Torneo Inicial 2013 y la Copa Libertadores 2014, la temporada 2016 comenzó con la conquista de la Supercopa (que se jugó en febrero pero correspondía a la edición del año anterior) y el subcampeonato en el torneo de Primera División. A partir de esa temporada, y hasta la actualidad, comenzó una política de dudosas incorporaciones.

Durante estas últimas 6 temporadas se incorporaron (sin contar los continuos regresos de futbolistas a préstamo en otros clubes) 58 nuevos jugadores. O sea un promedio de casi 10 jugadores por año:

Nicolás Navarro, Pedro Franco, Fernando Belluschi, Ezequiel Cerutti, Marcos Angeleri, Paulo Díaz, Mathías Corujo, Tino Costa, Fabricio Coloccini, Gonzalo Bergessio, Robert Piris Da Motta, Rubén Botta, Alexis Castro, Gabriel Gudiño, Gonzalo Rodríguez, Víctor Salazar, Matías García (nunca jugó en primera, solo un par de partidos en reserva), Gianluca Ferrari, José Vivanco (jugó 21 minutos en un solo partido), Valentín Viola (35 minutos en un solo partido), Matías Vera (no se puso jamás la camiseta de San Lorenzo), Gerónimo Poblete, Ariel Rojas, Santiago “Mágico” González, (nunca debutó, sólo salió una vez en el banco), Pablo Mouche, Daniel “Travieso” Hernández (jugó nada más que 3 partidos), Gino Peruzzi, Raúl Loaiza, Gustavo Torres, Juan Camilo Salazar, Andrés Rentería, Gonzalo Castellani, Fernando Monetti, Héctor Fértoli, Damián Pérez, Román Martínez, Efmamjjasond González (no llegó a debutar y ya lo mandaron a préstamo), Lucas Menossi, Bruno Pittón, Mauro Pittón, Ángel Romero, Óscar Romero, Adam Bareiro, Juan Ramírez, Santiago Vergini, Ramón “Cachila” Arias, Diego Rodríguez, Alejandro Donatti, Ignacio Piatti, Nicolás “Uvita” Fernández, Jerónimo Porto Lapegüe (todavía no debutó en primera), Franco Di Santo, Jonathan Herrera (entró en 4 partidos, pero solo sumó 50 minutos entre todos), Diego Braghieri, Jalil Elías, Lucas Melano, Franco Troyansky, Yeison Gordillo.

En estos 6 años el equipo estuvo bajo las órdenes de 9 direcciones técnicas diferentes:

Pablo Guede, Diego Aguirre, Claudio Biaggio, Jorge Almirón (25 partidos), Juan Antonio Pizzi (13 partidos), Diego Monarriz (12 partidos), el trinomio Tocalli-Romagnoli-Acosta (3 partidos), Mariano Soso (11 partidos), Diego Dabove (22 partidos)

Y si nos centramos específicamente en el período comprendido entre noviembre de 2018 y mayo de 2021 pasaron por el banco 6 entrenadores distintos en 86 partidos. O sea a razón de 1 técnico cada 14 encuentros. Y ninguno de ellos alcanzó a dirigir más de 25 partidos.

Otro dato estadístico preocupante es que de todos los futbolistas incorporados desde 2018 (39 jugadores en 3 años) ninguno superó los 40 partidos con la camiseta de San Lorenzo. Solo Ignacio Piatti, pero la mayoría los cumplió en su primer ciclo; en su regreso al club solo jugó 10 partidos, antes de irse definitivamente. La gran mayoría de los futbolistas que integraron los últimos planteles son aves de paso, golondrinas que no se identifican con los colores y ni siquiera cumplen con las condiciones mínimas de completar la cantidad de partidos equivalente a una temporada. Varios terminan siendo negociados de inescrupulosos empresarios que utilizan la casaca azulgrana como vidriera en connivencia con dirigentes que no están a la altura de la grandeza de una institución de 113 años de historia.

Continuando la comparación con el funesto ciclo ‘76/’81, de 2016 hasta el momento de hacer este informe (mayo de 2021) durante las distintas ediciones de los torneos oficiales y las copas nacionales: la Copa Argentina (donde fue eliminado tres veces por equipos de categorías inferiores), la Copa de la Superliga, la Diego Maradona y la reciente Copa de la Liga, San Lorenzo jugó 164 partidos. Ganó 71, empató 49 y perdió 44. Sobre 492 puntos posibles (se contabilizaban lógicamente 3 puntos por partido ganado) obtuvo 262, lo cual da un porcentaje de efectividad del 0.53 %.

Quedan exceptuados los partidos por los torneos internacionales, entre los cuales se encuentran un par de eliminaciones en primera ronda.

Los resultados obtenidos en los clásicos también son mediocres. Sumando todos los partidos contra Huracán, Boca, River, Independiente y Racing, San Lorenzo jugó 27, ganó 10, empató 7 y perdió 10, logrando un pálido promedio del 0.45 % de los puntos disputados.

Pero la analogía más alarmante entre ambos períodos es que durante la disputa del Campeonato de Primera División 2018/2019, San Lorenzo estuvo a un solo partido de igualar la peor racha de su historia al estar 15 partidos seguidos sin ganar, 1 menos que aquella racha diabólica de 1976. En ese torneo, el equipo dirigido por Jorge Almirón terminó penúltimo de 26 equipos, a una sola unidad de Argentinos Juniors, que cerró la tabla de posiciones. 


“Aquellos que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo

George Santayana (1905)

La cita del filósofo español que da título a este texto data de 1905, tres años antes del nacimiento de San Lorenzo de Almagro. Pero hoy está más vigente que nunca. Cualquier semejanza entre los períodos ‘76/’81 y 2016/2021 no es pura coincidencia…

VICTOR PRADEL


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