Ciclo Dabove: Anhelos deportivos y procesos institucionales

"Gestión, compromiso y trabajo" fueron las declaraciones que más destaco de parte del nuevo director técnico azulgrana. Desde ya que guarda relación con la subjetividad de quien escribe estas líneas; nuestros modelos mentales se sienten cómodos con los aspectos de la realidad que cognitivamente decidimos validar. 

Esto no invalida parte del título del Post: los anhelos que tengo son aquellos compartidos por todos. Ver a San Lorenzo campeón, luchando en los primeros planos a nivel local e internacional. En consecuencia, las mejores vibras para que el Ciclo Dabove sea exitoso y nos permita a los sanlorencistas volver a la senda emocional que hace tiempo dejamos de transitar. 

Vale ahora abordar la segunda parte del título del Post: los procesos institucionales. Aquellos que desde hace un tiempo me desvelan y son objeto de mi profunda convicción por diseñar un futuro promisorio de San Lorenzo en Avda La Plata. 

Son las estructuras y no las personas quienes garantizan procesos institucionales. Justamente ellos son quienes delimitan los márgenes de maniobra a las personas y sobre quienes debemos descansar para que la tríada "gestión, compromiso y trabajo" de Dabove tenga un contexto estable y sólido donde apalancarse.

Por eso nosotros, los socios, somos los que debemos aprender y poner en valor de cara al futuro una serie de exigencias hacia los procesos institucionales. Tal vez tienen lugar y funcionan perfectamente, más no puedo yo saberlo de manera directa por eso comparto mis inquietudes aquí. 

La finalización del contrato con Mariano Soso implicó qué pagos finales y bajo qué condiciones presentes y/o futuras. De igual manera, el incio del contrato con Diego Dabove implicó compromisos de pago futuros bajo qué condiciones. La Comisión fiscalizadora debió avalar ambas transacciones contractuales y financieras. No olvidemos que nuestro Estatuto indica límites porcentuales sobre el patrimonio social para la toma de deuda. 

La aprobación de ambos movimientos (Soso y Dabove) es potestad de la Comisión Directiva. Debió existir una reunión formal para dichas aprobaciones; recordemos tristemente cuando hubo que hacer una reunión de Comisión Directiva para, en el mismo acto, aprobar el contrato de un técnico e inmediatamente después desvincularlo. 

El presupuesto 2020/2021 sufrirá variaciones en función de estos movimientos, por ende debiera reconsiderarse también desde la comisión que meses atrás formuló este sensible documento institucional. Tal vez se necesitan mayores recursos para afrontar estos cambios, tal vez no. Lejos de pensar lo correcto o erróneo de la decisión deportiva, aquí sólo reparo en los procesos institucionales.

En estos días compartimos un extenso informe sobre una historia de mercados de pases. Las decisiones deportivas del entrante cuerpo técnico, tienen directas implicancias para nuestro patrimonio. Quienes continúan y quienes se van, son decisiones que no pueden quedar en manos sólo de Dabove: referentes de los tres órganos de gobierno entiendo deberían involucrarse para controlar, aprobar y ejecutar.

Podría seguir con distintas variantes de procesos institucionales, aunque considero pude explayar mis puntos. Ojalá sirvan de cara al futuro, porque estoy convencido que el fortalecimiento institucional ayuda y mucho al éxito deportivo. 

Todos, sin excepción, queremos que Diego Dabove se convierta en el mejor técnico de la historia de San Lorenzo. También anhelábamos eso de Soso. Quisiera que, también todos, apostemos al crecimiento institucional de San Lorenzo. 

MARTIN SAIZ