¿Buenas Gestiones?


 


¿Buenas Gestiones?

 

 

Un ejercicio comparativo de las gestiones económicas de San Lorenzo, Racing y Boca durante 2011-2018

  

Introducción

Preparamos este documento con un solo objetivo: encontrar en la historia reciente patrones de comportamiento económico de utilidad para proyectar los años venideros. Algunos de estos patrones son positivos y dignos de considerar una buena práctica, mientras que otros realmente resultan por menos debatibles. El énfasis en la proyección futura guarda relación con un hecho trascendental para nuestra continuidad: la construcción de un Estadio en Avenida La Plata. Independientemente de la cuantía y origen de los fondos necesarios para tal proyecto, la gestión económica será un pilar importante para dar sustentabilidad a la obra ya que el Club seguirá funcionando en paralelo.

Habitualmente realizamos análisis económicos de nuestro Club[1], sin embargo esta vez nos pareció necesario mirar fuera. Comparar[2]. Estudiamos en detalle los balances de Boca y Racing[3], en pos de analizar sus gestiones económicas e identificar patrones compartidos y buenas prácticas a considerar por San Lorenzo. Este ejercicio comparativo de ocho años[4], resultó enriquecedor para entender dinámicas por demás complejas en la administración general de San Lorenzo; situaciones que invitan a poner en valor la gestión de los órganos de gobierno y la participación de los socios.

Metodología de análisis

Seleccionamos ocho conceptos a analizar comparativamente, bajo la premisa que ellos nos permitirían observar integralmente la gestión económica de los tres clubes. A continuación, el detalle:

·         Cuatro indicadores de flujo de dinero: ingresos por cuotas societarias, derechos de televisación y publicidad. Por otro lado, egresos de sueldos del plantel de fútbol profesional. Entre estos cuatro rubros se encuentran los mayores movimientos de dinero del Club por fuera de la venta de jugadores.

·         Cuatro indicadores de performance financiera:

o   Solvencia (patrimonio neto / pasivo): mide la capacidad de enfrentar el pago de deudas en general. Deja ver la existencia de recursos para afrontar deudas y la planificación para hacerlo en tiempo y forma. El indicador debe estar entre 1,5 y 2.

o   Liquidez (activo corriente / pasivo corriente): mide la capacidad para hacer frente a las deudas de corto plazo. Siempre debe ser mayor a 1, aunque cercano a 2 deja ver que hay demasiado dinero inmovilizado en lugar de ser invertido.

o  Endeudamiento (pasivo / patrimonio neto): mide la proporción de deuda en relación al patrimonio neto. Mientras menor el ratio, mejor la posición del Club ante deuda. Deja ver la financiación externa. Se recomienda un índice menor a 0,4.

o   Rentabilidad (resultado del ejercicio / patrimonio neto): mide la proporción de déficit o superávit en relación al patrimonio neto. En este caso, el índice debe ser siempre positivo y mientras mayor sea, mejor para la futura reinversión de la rentabilidad.


1º Indicador: Ingresos por cuotas societarias

Dos variables a considerar: aumento de masa societaria y aumento de cuota social. Al dolarizar los valores anuales, la comparación aminora el impacto del aumento (en caso que haya existido, o toda vez que el aumento de la cuota hay estado por encima de la variación del tipo de cambio) por lo que sólo queda considerar un genuino aumento de la cantidad de socios para lograr que este indicador crezca año a año. Observamos que San Lorenzo tiene un comportamiento similar a Racing, aunque la brecha con Boca resulta significativa no solo en el crecimiento sostenido sino también en los picos posteriores a 2015. Aquí puede existir una relación entre logros deportivos y aumento societario; desde 2015 en adelante Boca 3 campeonatos en cuatro años mientras que los otros dos clubes juntos sólo sumaron una estrella. En el caso de Racing, un logro en 2014 también incide en un aumento del ingreso. Sin embargo, otro aspecto vale considerar: en 2012 Boca inició su campaña de socios adherentes incrementando considerablemente su masa societaria.

San Lorenzo no evidencia crecimiento, más si una estabilidad manifiesta con picos destacables en 2017-2018. Esto permite pensar en una masa permanente de socios que a pesar de las coyunturas permanece fiel y constante en el pago mensual. Es destacable, pero no suficiente. La ausencia de crecimiento (ya no sostenido ni exponencial) es una alarma de cara al futuro. Vale destacar entonces tres observaciones:

1)      La importancia de romper la relación estacional de “logros deportivos – aumento de socios” para lograr sea algo permanente y sostenido aunque en pequeñas cuantías.

2)      Apostar a estrategias originales, disruptivas y de largo plazo para sumar socios.

3)      Repensar la propuesta de valor que ofrece el Club al potencial socio, ¿es atractiva?

Al ser el valor de la cuota un bien elástico a la demanda, la apuesta debe ser el aumento de cantidad de socios más que el aumento de precios. Por eso vale destacar en este ingreso la complejidad de su crecimiento y las relaciones con logros deportivos y coyunturas.


2º Indicador: Ingresos por derechos de televisación

Aquí la primera cuestión a observar es la brecha. Los conflictos que siempre vemos por estos ingresos, muestran un claro ganador. Se evidencia una relación de ganadores y perdedores, toda vez que lo que gana uno lo pierden otros. Esto resulta peligroso para la cooperación propia de un modelo de gobierno abierto: todos deben crecer cuando se trata de una industria de complementos. En el caso de San Lorenzo y Racing, prima la estabilidad. Al igual que en el indicador anterior, mantener es bueno pero no suficiente: el objetivo es crecer. No ha sido el caso de San Lorenzo, más cuando este ingreso presenta particulares relaciones con las cuotas societarias: en 2011 y 2012 fue un 28% y un 7% mayor respectivamente, y desde 2013 a 2018 nunca representó menos del 38% del ingreso anual por cuotas. Es decir, la incidencia de los derechos de televisación reviste demasiada importancia como para pensar que la estabilidad es una performance aceptable.

Ahora bien, ¿cómo romper la inercia estable y lograr crecimiento? Sin dudas la cuestión política no es menor, ya que todos los clubes luchan por estos derechos. En términos externos, la cooperación nos parece crucial: apostar a un modelo cooperativo en vez de restrictivo por más que no sea una decisión de San Lorenzo solamente. Sin embargo, puertas adentro podemos trabajar en pos de lograr crecimiento. Un trabajo de largo plazo que aumente la atracción de público televisivo dejando de lado otro paradigma dañino para el Club: “hinchas son sólo aquellos que van a la cancha”. A los fines económicos, la segmentación de socios en pos de mejorar rendimientos resulta inevitable. Por eso pueden generarse atractivos para aquellos cuervos que miran los partidos por televisión. Aunque moleste, la asignación de recursos por derechos televisivos es una combinación de política y negocios, siendo lo segundo algo que San Lorenzo debe generar constantemente para aspirar a aumentar este indicador. 

 

3º Indicador: Ingresos por publicidad

Otra vez la brecha resulta significativa, aunque a diferencia del indicador anterior aquí la responsabilidad es propia de cada Club. Lo alarmante es que los indicadores de ingresos no son compartimentos estancos, sino que todos suman a la Caja del Club e impactan en los indicadores financieros que veremos luego. La generación de recursos por publicidad, depende exclusivamente de la gestión interna. Otra vez vemos en los números la importancia de los habituales debates sobre la contribución del área de marketing a San Lorenzo. Bienvenidos los debates, indiscutible su aporte a la operación general. Aquí volvemos a ver estabilidad en el caso de San Lorenzo. Salvo un pico en 2015 que podemos relacionarlo a los tiempos posteriores a los logros deportivos, luego vuelve el descenso hacia los niveles de años anteriores. No hay crecimiento, por más que un Club presente dinámicas similares y el otro volatilidad a otro nivel de ingresos.

Creo aquí vale destacar dos cuestiones. En primer lugar y a la luz del comportamiento del indicador, San Lorenzo puede ofrecer a sus sponsors estabilidad en un rango de generación de recursos. No ofrece volatilidad ni señales de potencial aumento, ambas cosas terminan siendo expectativas. En segundo lugar y aunque sea un espacio común en los mencionados debates, San Lorenzo tiene mucho por crecer en este indicador de ingreso. Los argumentos que compartimos para respaldar esta idea no tienen que ver con el aporte pasado y presente del área, sino con los nuevos escenarios que la transformación digital está ofreciendo a los Clubes para captar nuevos socios, ofrecer nuevos servicios, apostar a nuevas disciplinas, llegar a mayor cantidad de usuarios deportivos, posicionar su marca en distintas latitudes, etc.

Al ser una responsabilidad de gestión interna, entendemos aquí la incidencia de los ingresos por publicidad podrían por menos presentar tendencias crecientes de manera progresiva.


4º Indicador: Egresos por sueldos del plantel profesional

Abordamos el egreso de dinero que despierta mayor interés dentro de la estructura[5]. Los sueldos de jugadores en ocasiones cuadriplican los sueldos de las otras tres estructuras que categorizan nuestros balances. En otras palabras, todos los esfuerzos están concentrados en el plantel. Una primera observación es que aquí la brecha,  si bien existe,  no es tan significativa como en los anteriores indicadores de ingresos. Es decir, proporcionalmente Boca genera más ingresos que egresos en relación a San Lorenzo y Racing. Visto al revés, nuestros egresos por sueldos del plantel profesional no evidencian las brechas significativas de los ingresos. En segundo lugar, la relación con los logros deportivos: inexistente. Mayores presupuestos no implican mejores resultados en ninguno de los tres casos. San Lorenzo aumenta significativamente sus egresos en años donde el rendimiento deportivo fue cuestionable.

Por eso entendemos que apostar a altos sueldos para alcanzar logros deportivos carece de sustento ante la evidencia empírica. La apuesta aquí sería determinar criterios de análisis de productividad para jugadores. Indirectamente, medir objetivamente el retorno de la inversión en sueldos del plantel profesional.

En otra línea, San Lorenzo presenta una relación entre ingresos generales y egresos por sueldos preocupante. Mientras los ingresos se comportan de manera estable y permanente, este egreso aumenta sostenidamente sin aspectos exponenciales ¿Sería un objetivo deseable que este egreso disminuya? Tal vez no ya que el mercado condiciona, sin embargo controlar su crecimiento en relación a los ingresos sí sería importante. Si proyectáramos esta relación actual de manera indefinida, la sustentabilidad de la ecuación comprometería la economía del Club. 


5º Indicador: Solvencia

Cuando lo recomendado es tener el indicador entre 1,5 y 2, San Lorenzo no supera el 1. Mientras Racing presenta una tendencia creciente hacia la solvencia, Boca tiene una tendencia positiva en los extremos del período. San Lorenzo, la misma dinámica que en los ingresos: estabilidad (aunque negativa). Este indicador muestra un Club poco solvente, lejos de mostrar recursos y planificación para cumplir sus deudas en tiempo y forma ¿Cómo revertir esta tendencia estable negativa? Aunque parezca simple decirlo pero no hacerlo, evitando generar deudas que no pueden afrontarse con los ingresos genuinos ya analizados. Otra manera, capitalizando al Club con activos de manera permanente evitando cubrir deudas con activos intangibles. Existe la generalizada creencia que el Club debe vender jugadores para equilibrar sus finanzas. El indicador de solvencia indica que eso no es así; no lo es en el caso insolvente de San Lorenzo tampoco en el caso solvente de Racing. Lo destacable de cara al futuro es cumplir con las dos exigencias que plantea el sistema de licencias de FIFA:

1)      No overdue payables: la necesidad de los Clubes por pagar sus deudas en tiempo y forma.

2)      Equilibrio financiero: los Clubes no deben gastar más de lo que tienen.  

Un último análisis de solvencia apunta a los destinos de los flujos de deuda, es decir, para qué se utiliza el dinero tomado. En el caso que sea utilizado para cubrir compromisos de corto plazo o de apuntalamiento de actividades sin un objetivo permanente, el riesgo de insolvencia aumenta. Ahora bien, si se toma deuda para infraestructura que una vez finalizada no solo permitirá activar un bien sino también generar nuevos ingresos por su utilización (construcción de un estadio), el destino del flujo de caja es el indicado.

¿Cuál fue la última obra significativa en San Lorenzo? 2016 inauguración del Polideportivo Pando luego de tres años de trabajo. Curiosamente, esos años fueron los de menor cuantía de pasivo total. En otras palabras, la deuda no fue por nueva infraestructura.


6º Indicador: Liquidez

Siempre debe ser mayor a 1, aunque cercano a 2 deja ver que hay demasiado dinero inmovilizado en lugar de ser invertido. En el caso de Racing, algunos años dejan ver inmovilización de caja en demasía. Tanto Boca como San Lorenzo, presentan bajos niveles de liquidez, imposibilitando tal vez la cobertura de deudas de corto plazo. En nuestra opinión, la coyuntura local puede influir en la estrategia de una baja cuantía de efectivos disponibles en caja y bancos debido a la desvalorización de la moneda local. Si ese fuera el caso, el ratio por debajo de cero sería entendible siempre y cuando sucedan tres cosas en simultáneo:

1)      Pago de deudas de corto plazo en tiempo y forma.

2)      Cobertura sin inconvenientes del giro habitual de la operación del Club.

3)      Incremento de inversiones o colocaciones financieras para resguardar el valor del dinero.

San Lorenzo muestra entonces bajos niveles de liquidez, en varios años sumamente lejano a la performance esperada superior a 1 ¿Qué significa esto? Que el dinero disponible, casi por completo, está comprometido con el pago de deuda del mismo período. Cualquier contingencia, desvío en lo planificado, o merma en los ingresos presupuestados obligarán al Club a tener que tomar nueva deuda para cubrir la deuda en curso. Liquidez negativa, implica niveles de insolvencia. Esto deja en evidencia una serie de cuestiones;

1)      Los presupuestos merecen ser diseñados con extrema rigurosidad vinculando a ellos objetivos de gestión realistas y prudentes.

2)      Controles mensuales sobre los comportamientos de ingresos y egresos.

3)      La necesidad imperiosa de apostar al crecimiento de los ingresos de manera responsable porque de seguro los egresos aumentarán de manera estable. El margen entre ambos resulta fundamental para tener un fondo de maniobra que permita cumplir con las obligaciones tomadas así como también apostar a valorizar activos financieros que no sean necesarios destinar al giro habitual.

 


7º Indicador: Endeudamiento

Mientras menor el ratio, mejor la posición del Club ante deuda. Deja ver los niveles de financiación externa. Se recomienda un índice menor a 0,4. En este indicador, sólo resulta destacable la gestión económica de Racing. Anualmente disminuyó sus niveles de endeudamiento, recordando que se mide la relación entre el pasivo y el patrimonio neto. Es decir, cuánto de deuda se tiene en relación al patrimonio del club. En el peor de los escenarios, cuánto debería liberar de lo propio para cubrir deuda con terceros. El caso de Boca, resulta preocupante ya que período tras período aumenta su nivel de endeudamiento en ratios muy superiores a 0,4.

Más allá de ambos, el caso de San Lorenzo es alarmante. Con dos picos insostenibles en 2014 y 2017, sus niveles habituales son altos en demasía. Si combinamos los niveles de insolvencia y falta de liquidez con el endeudamiento, el devenir económico redunda en patrones de comportamiento para desterrar por completo. Lamentablemente, niveles de deuda tales imposibilitan un sustento económico sólido para proyectos de envergadura.

El endeudamiento no merece muchas explicaciones. En San Lorenzo, sólo la construcción del estadio en Avenida La Plata sería justificación para tales indicadores. No ha sido el caso, lo que lleva a pensar para qué se tomó tanta deuda en el período bajo análisis. Los balances sólo ofrecen contabilidad, más no las decisiones racionales (e irracionales) que toman los dirigentes de turno. Al momento de hablar de endeudamiento, sostenemos la necesidad de una comisión fiscalizadora puesta en valor y activa que oficie de contrapeso para las decisiones presupuestarias y ejecutivas ya no solo de la comisión directiva sino también de una asamblea de representantes que avala sus actos.


8º Indicador: Rentabilidad

En este caso, el índice debe ser siempre positivo y mientras mayor sea, mejor para la futura reinversión de la rentabilidad. Se trata de la identificación de superávits o déficits. Vale dimensionar aquí la dificultad que presentan los tres clubes para alcanzar superávits. Por más que manejen cifras nominalmente siderales, sus márgenes son muy estrechos. Resulta destacable inclusive que aun cuando los análisis sobre ingresos y egresos presentaban comportamientos dispares en los tres Clubes, aquí terminan  emparejándose dando cuenta de la complejidad económica que implica llevar adelante un Club. Tan baja rentabilidad lleva inclusive a ponderar los impactos de malas decisiones dirigenciales, toda vez que el margen de rentabilidad (en suma a la baja liquidez) no da mucho espacio al error. Sólo a modo informativo, San Lorenzo presentó el mes pasado un presupuesto anual que contempla un superávit cercano a los $ 54.000.-

Una lectura podría ser que al tratarse de una asociación civil sin fines de lucro, la necesidad de rentabilidad no es tal. Evitar preocupaciones relacionadas a déficits o superávits, teniendo sí como objetivo el alcance de puntos de equilibrio solamente. Entendemos que en función de la dimensión de San Lorenzo, sus operaciones deportivas y los objetivos institucionales impostergables, la búsqueda de altas rentabilidades debería convertirse en un objetivo de gestión preponderante.

Si bien los indicadores financieros previos no rebalsan de optimismo, la rentabilidad para poder reinvertir en todo lo necesario para Avenida La Plata es fundamental. Creemos esta comparación de rentabilidades sirve también para dimensionar lo difícil que es generarlas en el contexto del futbol local. 


9º Indicador Extra (y Necesario): Venta de jugadores

¿Alcanza con analizar los ingresos llamados “ordinarios” de estos Clubes? Evidentemente no, porque la suma de los tres ingresos analizados no explican cómo se financian realmente. En los balances la venta de jugadores se presenta como un recurso “extraordinario” cuando año a tras año se presenta este rubro de manera habitual. Primera observación: vender jugadores no tiene nada de extraordinario. Derivado de ello, sus cuantías ponen en jaque las premisas sobre los tradicionales principales ingresos de un Club: desde 2015 a la fecha en San Lorenzo los ingresos por ventas de jugadores representaron siempre más de 35% de los ingresos por cuotas sociales.

El comportamiento económico indica en los tres Clubes que vender jugadores es un recurso ordinario y genuino, por más que los balances los categoricen de otra manera. Es una acción propia y legítima de los Clubes toda vez que invierten en pesos para luego generar ingresos en moneda extranjera. Vale aquí el debate sobre los Clubes como “fábricas de jugadores para la exportación”. Una particularidad del indicador es la volatilidad en el caso de Boca mientras que San Lorenzo y Racing (mucho más éste último) muestran tendencias crecientes en la venta de jugadores.

Analizar la economía de San Lorenzo sin contemplar los ingresos por ventas de jugadores resulta incompleto. Períodos con alto nivel de endeudamiento coinciden con los mayores ingresos por ventas. En otras palabras, la deuda se paga vendiendo activos porque los niveles de insolvencia tal vez impiden al Club tomar nueva deuda ante terceros. Esta ecuación resulta habitual pero no por ello menos peligrosa. Probablemente aquí esté la explicación a la estabilidad y permanencia del resto de los ingresos y el aumento de las deudas.



Reflexiones finales

Esperamos el ejercicio comparativo haya cumplido su objetivo: encontrar en la historia reciente patrones de comportamiento económico de utilidad para proyectar los años venideros. Los ocho análisis nos permitieron generar las siguientes reflexiones finales.

                En primer lugar, debemos terminar con la idea de cuota social como principal ingreso. Ya no es representativo de crecimiento institucional toda vez que la cantidad de socios y el precio de la cuota son dos variables sensibles a la coyuntura. Instalar la idea de “diversos ingresos” de crecimiento sostenido y responsable. Diseñar objetivos de cumplimiento realista y moderado, sabiendo que algunos ingresos dependen exclusivamente de la gestión institucional. La realidad indica que la venta de jugadores es el verdadero ingreso que mantiene a flote las economías de los Clubes. Sin embargo, la apuesta a generación de ingresos no puede hallar en la falta de infraestructura ni en la ausencia de nuevos proyectos un limitante.

                Segundo, San Lorenzo no demuestra crecimiento en sus ingresos. Esto resulta preocupante por más que haya mayor cantidad de socios o algún otro indicador similar. Sin mayores ingresos, no puede haber inversiones ni apuestas a nuevos proyectos. La disrupción de una tendencia tan estable merece un profundo análisis que excede este ejercicio, más el aporte aquí es la evidencia de estabilidad y falta de crecimiento.

                En tercer lugar, los niveles de endeudamiento deben limitarse efectivamente a través de la práctica política de los órganos de gobierno ya que nuestro Estatuto cuenta con un porcentaje máximo de toma de deuda. San Lorenzo puede mejorar sus niveles de liquidez para disponer de un fondo de maniobra adecuado. La dependencia del cumplimiento estricto de lo presupuestado es un anhelo que puede fallarle al más experimentado planificador financiero.

                Cuarto, resulta evidente que no hay una relación directa entre la inversión en jugadores y los logros deportivos. Lograr campeonatos es el resultado de una compleja combinación de decisiones económicas, deportivas e institucionales que destierran los aspectos mágicos y milagrosos del fútbol. Aun así, no hay garantía de resultados positivos.

                Por eso en quinto lugar, si bien la gestión económica no garantiza resultados desentenderse del tema aleja aún más al Club de posibles logros. Los análisis indican que los Clubes no pueden gastar más de lo que generan porque la única solución que esgrimen es la descapitalización a través de la venta de activos intangibles (jugadores). Esa única solución, como si poco fuera su daño, está sustentada sobre indicadores que desnudan la inviabilidad de nuestra economía: baja liquidez, alto endeudamiento, insolvencia y baja rentabilidad. Negar la necesidad de vender jugadores sería risueño. Es parte del sustento ordinario de un Club. Sí queremos manifestar nuestro desacuerdo en torno a la financiación de déficits y deudas con venta de jugadores. Perder activos intangibles solo es justificable en caso de construcción del estadio en Avenida La Plata, inversión en infraestructura o nuevos proyectos que garanticen retornos considerables.

                A modo de cierre, ¿se han llevado adelante buenas gestiones? Enfocándonos en San Lorenzo solamente, el contexto no ha ayudado en nada al cumplimiento de tal fin. Al mismo tiempo, los indicadores muestran por menos debatibles decisiones y un espacio en Avenida La Plata que aún sigue sin ver sus primeros ladrillos luego de ocho años.

                A cada estudio y a cada propuesta que generamos, desde Identidad Sanlorencista fortalecemos la necesidad de formación dirigencial integral para el futuro de San Lorenzo en Avenida La Plata. Ya no hay espacio para críticas livianas, evidentemente gestionar San Lorenzo reviste una complejidad general digna de estudio y responsabilidad.

 

MARTIN SAIZ                                 JUAN PABLO FANTINO                             ADRIAN MAGNONI

          


[1] Se encuentran a disposición en nuestro Canal de YouTube “Identidad Sanlorencista” todos los análisis económicos así como también el resto de los contenidos que generamos hasta la fecha. 

[2] En pos de comparar anualmente, se dolarizaron los montos en pesos a tipo de cambio vendedor del Banco de la Nación Argentina al 31/12 del año en curso.

[3] Tomamos solamente dos clubes de manera arbitraria, lo cual obliga a señalar que los análisis realizados no son universalizables. Sus balances son de público acceso.

[4] La elección del período 2011-2018 se debe a no disponer de balances de San Lorenzo previo a 2011.

[5] Recomendamos ver en nuestro Canal de YouTube las reflexiones sobre los sueldos en San Lorenzo.

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